La gran diferencia en evolución, aromas y sensaciones de cada parcela depende de la realidad del suelo. En una ladera volcánica, las lenguas de lava del último medio millón de años, aunque los flujos más recientes son de finales del siglo XVII, se han petrificado de forma individual. La riqueza de la viña surge de una división muy compleja y diversa.
Las elaboraciones de Girolamo Russo buscan reestablecer la realidad histórica y vitícola de la zona por lo que la recuperación de trabajos tradicionales es fundamental para el proyecto. El éxito y la calidad se basan, como tradicionalmente, en una poda corta, arado, azada, atado, tratamientos tradicionales de azufre y cobre, y una buena selección de uvas en la vendimia.
