Historia viva
El apellido Biondi-Santi está ligado a este proyecto que surge a finales del siglo XIX y es parte de la historia viva de su país. En 1865, antes de finalizar la unificación italiana, Clemente Santi funda Brunello di Montalcino, la región que años más tarde conseguirá erigirse como una de las más importantes del mundo. Desde el principio, los diferentes directores de la bodega han tenido como concepto la idea de evolución, pero no revolución. Sus elaboraciones han seguido el mismo camino que ha generado millones de experiencias a consumidores desde hace más de 150 años.
Arte
El genio creativo, intrínseco a cualquier toscano, es la capacidad de ver más allá de lo que ya es e imaginar lo que puede llegar a ser. En las elaboraciones, el carácter de sus vinos se sueña desde que nacen para entender su punto álgido en su madurez. Es fundamental en la bodega el concepto de trascender al tiempo. Los Biondi-Santi permanecen impasibles tras años de guarda y su singularidad radica en este carácter.